Yo lo sé, tú lo sabes, y para este punto, creo que ya todos son conscientes de ello.
Yo tengo una autoestima del carajo.
Si, lo sé, y lo acepto.
De hecho, me acostumbre a sentirme inferior.
A sentirme mierda.
La gente debería de entender que sus comentarios diciéndome que soy especial, que soy bonita, que soy delgada, y muchas otras cosas basadas en lo superficial, ya no servirán de nada.
Que mientras yo me vea común, fea, y tonta, nada podrá cambiar la percepción que tengo sobre mi misma.
En fin, la burbuja se rompió el sueño se acabó, eso es todo.
No hay más, te enfrentas a tu cruel realidad, eres arrastrada por tus propios demonios.
Ya no importa si te ves bien, si eres agradable, al final del día, eres tú, sola frente al espejo, la que se desprecia a sí misma.